LA NORIA
¡Dios mío! La noria desborda de agua dulce en un jardín
cuyos ramos están cubiertos de frutas ya maduras.
Las plaomas le cuentan sus cuitas, y ella les responde,
repitiendo notas musicales.
Parece un enamorado incurable que da vueltas
en el lugar de las antiguas citas,
llorando y preguntando por quien se alejó.
Y, como si hubiesen sido estrechos los conductos
de los párpados para contener las lágrimas,
estallaron sus costados como párpados.
AUTOR: De SAD AL-JAYR, de Valencia, siglo XII.
Escrito por: Celia Luz Rodríguez Hamada y con la colaboración de Antonio David Ortega Balistaire.
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